Las altas temperaturas del verano unidas a que, en esta época, acostumbramos a realizar más viajes largos , pueden provocar una situación así y es importante que sepamos cómo actuar para que el motor no se queme y nuestro coche quede irremisiblemente estropeado.
El sobrecalentamiento del motor puede deberse a muchas causas: a un problema mecánico, a falta de agua o refrigerante en el radiador o, simplemente, a que, debido a una caravana, hemos tenido que arrancar y parar muchas veces.
Lo primero que debemos hacer si vemos salir humo del capó –en realidad no se trata de humo sino de vapor de agua- es apartarnos de la circulación, parar al borde de la carretera en el arcén y apagar el motor. Así evitaremos posibles riesgos a los demás y a nosotros mismos.
A continuación y tras esperar un tiempo, tocaremos el capó con cuidado para ver si está muy caliente. Si es así, no debemos abrirlo porque el vapor de agua condensado puede quemarnos gravemente. Esperaremos de nuevo, por tanto, a que se enfríe.
A continuación y tras esperar un tiempo, tocaremos el capó con cuidado para ver si está muy caliente. Si es así, no debemos abrirlo porque el vapor de agua condensado puede quemarnos gravemente. Esperaremos de nuevo, por tanto, a que se enfríe.
Una vez lo haya hecho, abriremos el capó aún con precaución y, cubriendo la mano con un guante o un trapo grueso, trataremos de abrir el tapón del radiador. Es muy importante tener cuidado también al abrir éste, pues puede tener vapor de agua atrapado y que salga repentinamente.
Seguidamente, comprobamos el nivel de agua que tiene y, si es poca, lo rellenaremos con una mezcla de ésta y refrigerante al cincuenta por ciento. Tapamos el radiador y revisamos si alguna de las mangueras del motor pierde agua por algún sitio.
Si no vemos ningún problema, probamos a arrancar de nuevo el vehículo al tiempo que comprobamos en el salpicadero el chivato que nos advierte de la temperatura. Si continúa en la zona roja, volvemos a parar el motor y esperamos un poco más para repetir la operación anterior.
Es importante que controlemos que el coche no se calienta en exceso, ya que puede quemarse el motor. No obstante, también es vital que tengamos cuidado de donde pararnos. Debemos hacerlo en un lugar seguro pues, de lo contrario y como decíamos, estaremos poniendo en riesgo nuestra integridad y la de los demás automovilistas.
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