Uno de los fenómenos ópticos más vistosos que existen, es la descomposición de la luz blanca en luces monocromáticas independientes con diferentes colores. Este fenómeno se conoce como refracción de la luz, y por lo general, se presenta cuando un haz de luz atraviesa un obstáculo que obliga a las ondas de luz a separarse formándose los conocidos arco iris. Hoy, veremos cómo funciona la refracción de la luz, haciendo un arco iris en casa.
Materiales
- Recipiente de cocina (preferiblemente de vidrio).
- Espejo plano (del tipo de espejo de tocador).
- Linterna de buena potencia.
- Plastilina.
- Un trozo de cartulina (opcional).
Cómo crear nuestro arco iris
Lo primero que vamos a hacer es ubicarnos en una habitación que podamos oscurecer por completo, una vez allí, llenamos el recipiente con agua y lo colocamos sobre una mesa.
Seguidamente, con ayuda de la plastilina fijamos el espejo dentro del agua con una inclinación de 45 grados. Debemos tener en cuenta que parte del espejo debe sobresalir del recipiente con agua.
Ahora y de manera opcional, podemos crear un círculo de cartulina con un pequeño agujero en el centro y lo colocamos sobre la lámpara de la linterna, de esta manera, potenciaremos aún más el rayo de luz.
Dirigimos el rayo de luz sobre el espejo y veremos algo realmente sorprendente, el reflejo de la luz se convertirá en un maravilloso arco iris muy colorido.
Cómo funciona
La refracción de la luz es un fenómeno que se presenta cuando un haz de luz u onda pasa a través de un medio material diferente al que se encuentra. Si esta onda pasa de manera oblicua sobre esta nueva superficie, se desvía en rayos independientes con longitudes de onda diferentes que muestran diferentes colores al ojo humano.
En el caso de nuestro experimento, la luz atraviesa el agua cambiando considerablemente su velocidad y luego, se refleja en el espejo de manera oblicua, volviendo a experimentar un cambio de velocidad. Estos cambios de velocidad producen desviaciones en la dirección de propagación de la luz, lo que se conoce como refracción de la luz. Cada rayo independiente tiene una longitud de onda diferente y es por esta razón que toman coloraciones distintas.
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