23 marzo, 2010

Cómo limpiar las orejas de tus mascotas

Dentro de los materiales es imprescindible tener: Algodón y algún líquido medicado para limpieza de oídos  (puede ser OTIFLEX, DRAGOVIN, entre otros) dependiendo de la especie de mascota que sea. Como extras muy recomendados están los guantes, y además cotonitos (Q-Tips) para orejas muy sucias o bien mascotas muy pequeñas.
Una vez que tenemos todos nuestros materiales es importante colocarlos junto a nosotros al alcance de la mano y además tomar una posición cómoda tanto para nosotros como para nuestra mascota.
Siempre tratar de tranquilizar a nuestra mascota, y  mientras hacemos esto debemos visualizar bien el conducto a limpiar, despejándolo ya sea de la oreja misma en caso de razas de orejas caídas o bien  de pelos largos.
Una vez tomada la posición de trabajo procedemos a untar en una mota de algodón nuestro líquido de limpieza.
Luego colocamos la mota de algodón alrededor de nuestro dedo pulgar sujetándola por los costados para que una vez dentro del conducto auditivo no vaya a quedar atrapada sino que podamos empujarla correctamente hacia afuera.
Al introducir la mota de algodón debemos preocuparnos de no  limpiar o apoyarnos en el canal auditivo, con el fin de no introducir mas la suciedad.
Una vez dentro (la mota de algodon) debemos ejercer presión con el pulgar hacia las paredes del conducto, las cuales son las que queremos limpiar, y para ir retirando el algodón  extraemos la mota con los demás dedos.
Aunque suena bastante complicado una vez que se realiza se darán cuenta que es bastante simple, las mayores complicaciones suelen ser empujar la suciedad hacia el canal interno o bien que nuestra mascota no colabore y sacuda la cabeza, esto suele ser bastante frecuente por lo cual es muy importante inmovilizar la cabeza o al menos el pabellón auricular mientas limpiamos.
Los residuos que pueden quedar en los repliegues propios de la oreja se pueden limpiar con cotonitos siempre siguiendo la técnica de humedecer el algodón con el removedor de cerumen  y luego limpiar solo hacia afuera.
De esta forma obtendremos una oreja bastante limpia.
Es muy importante saber que luego de la limpieza nuestra mascota se mantendrá sacudiendo efusivamente la cabeza ya que este procedimiento suele producir molestias y picor, sin embargo en menos de un minuto debiese retomar su comportamiento habitual.
OJO: si nuestra mascota continua sacudiendo su cabeza  es posible que haya una irritación por una limpieza muy exhaustiva, o bien nuestra mascota haya presentado una otitis previa o incluso que haya quedado retenida una mota o trozo de la mota de algodón con la que limpiamos. En ese caso revisar nuevamente la oreja  para ver si fuese un trozo de algodón y tratar de resolver este problema, si no es así o bien este trozo está muy dentro de la oreja es de suma importancia llevar de inmediato a nuestra mascota al médico veterinario para que determine qué hacer.
Nunca debemos realizar una limpieza si hay rastros de sangre, pus o bien la oreja de nuestra mascota expele mal olor ya que puede tratarse de una otitis, en cuyo caso agravaríamos la patología.  Es de suma importancia llevarlo de inmediato a un centro médico veterinario.
En el caso de mascotas no tan comunes, la técnica es la misma, primero visualizar y despejar el canal.
En segundo lugar introducir el algodón empapado en líquido de limpieza, siempre mirando en dirección trasera y tratar de introducirlo profundo (mientras se alcance a ver hasta donde llega, nunca tan profundo que no se vea la punta y desde ahí apoyar suavemente y limpiar hacia afuera.
Finalmente recordamos que tanto en perros, gatos y hurones las técnicas de limpieza son casi exactas y en ellos nunca se debe introducir un algodón o cotonito desde atrás hacia adelante ya que corremos el riesgo de lesionar el tímpano (es poco probable pero posible).

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